lunes, 15 de diciembre de 2014

De refrigeradoras y vinilos

Ella y El paseaban, un domingo cualquiera, en una conocida tienda por departamentos sin mayor interés que la inercia de todos los domingos previo a una semana cargada de trabajo. De pronto, El se dirige a la sección electrodomésticos, Ella, jalada de la mano, se deja llevar sin mayor cuestionamiento.

El, delante de una enorme refrigeradora de dos puertas, le dice:

El: Esta es la que quiero, Mírala.

Ella observa la refrigeradora, la abre y mira cada uno de sus compartimentos. Observa el freezer y las hieleras. Le causan gracia y comienza a jugar con ellas abriendo cada uno de los cajoncitos que tiene como para constatar que no hay nada en cada uno de ellos, o quizás, encontrar algo, algún otro compartimento escondido por ahí.

El: ¿Qué te parece? Tiene todo, suficiente espacio para la comida, dispensador de agua y puedes jugar con las hieleras justo como lo estás haciendo ahora.

Ella: Lo mira, le sonríe y dice. "Me parece perfecta".

Mientras El conversa con el encargado preguntando sobre las cuotas a pagar, si hay descuento, si consume mucha energía eléctrica, si hay otros modelos, si viene con regalo y sobre la garantía extendida, Ella se pasea por la sección distraída de la conversación pensando en que, quizás, es muy pronto para comprar refrigeradoras, total no han conseguido departamento para vivir todavía.¿ Dónde la pondrían por mientras?.

El la llama y Ella se acerca.

El le dice: ¿Qué piensas?

Ella: En que si la compramos dónde vamos a guardarla.

El: En la cocina.

Ella: No tenemos cocina.

El: La tendremos

Ella (...)

Salen de la tienda por departamentos, ambos han quedado en comprarla al día siguiente saliendo de la oficina. De pronto, en plena caminata de regreso, se cruzan con una tienda de cds y vinilos. Ella sin pensarlo mucho se dirige hacia la tienda para perderse en la mar de vinilos que parecieran que hubieran estado esperándola toda la tarde. El la observa mientras se pasea por la sección de rock clásico. Piensa y sonríe. De pronto Ella le dice

 ¡¡¡Mira!!!, El disco "All things must pass" de George Harrison... en vinilo!!!. 

El: Qué bacán!. Es un discazo. ¿Lo vas a comprar?

Ella: Puede ser.  

Salen de la tienda, Ella no solo ha comprado el álbum "All things must pass" de George Harrison en vinilo si no también uno de Elton John, de The Killers, de Led Zepellin, de Beach Boys, de Gorillaz, de Pink Floyd y todos los discos de los Beatles en vinilo para cerrarla con  una hermosa tornamesa color rojo vintage.

El la mira y Ella lo entiende todo.

El le pregunta: ¿Donde vamos poner la tornamesa? Ojo que tenemos que comprar parlantes y adecuarlos porque si no no se va a escuchar bien los vinilos. No hay espacio suficiente ni en tu depa ni el mío. ¿Has pensado en eso?

Ella: Sí por supuesto. Lo vamos a poner en el estudio del depa.

El: Cuál depa?

Ella: Nuestro depa.

El: No tenemos todavía depa y menos estudio.

Ella: Lo tendremos

El: (...)

Ambos siguen caminando, Ella lleva los vinilos y El carga la tornamesa. Al día siguiente, compran la refrigeradora.


lunes, 8 de diciembre de 2014

El soundtrack de tu vida

El placer dañino de escuchar una canción la cual sabes que te va a llevar directamente al abismo, una vez más; pero que, como otras veces, te resistes a apretar el botón skip del iphone solo para escucharla unos segundos y sentir que todo tu ser se sumerge en ese estado de profunda melancolía, de nostalgia. 

No te diste cuenta, sin embargo, que en el interín en que la escuchas con detenimiento, en el que no razonas ni pones atención a la letra porque ya te la sabes, tu cuerpo o tus emociones no te responden como usualmente te respondían. Y te sorprendes sí pero tú terca, como siempre, te pegas aún más a la canción, le subes el volumen al iphone y cierras los ojos tratando de recordar o volver a sentir lo que sentías antes. Hace ya algunos años. ¿Qué ha pasado?. La canción no ha cambiado, la letra la sigues cantando, comprendes exactamente cada palabra y su significado. Recuerdas que esas palabras y esa tonada te dijeron algo en un instante preciso, te dijeron todo durante mucho tiempo.  ¿Entonces?.

Pues nada, esa canción ahora forma parte del soundtrack de tu vida, tu cuerpo ya la asimiló y la hizo suya como muchas otras que llegaron y se quedaron en el transfondo de tu ser y de tu iphone. Esa canción no te hace daño y no te hará daño nunca más. No te abruma ni te abrumará cada vez que la escuches. Nunca más te sacará una lágrima y no será necesario que subas el volumen o que hagas skip al iphone. La escucharás como tantas canciones escuchas todos los días. La escucharás mientras lees o conversas con alguien y quizás hasta te saque una sonrisa, una especie de burla hacia ti misma por haberte dejado tocar por una canción habiendo otras mejores. Te dirás que así es el soundtrack de tu vida, enmarcan escenas, instantes que pasan y se quedan en tu memoria por el resto de tu vida. 

Aceptarás que esa canción no te quitará el aliento, nunca más.

Sonreirás.




Suena "The Suburbs"- Arcade Fire


"sometimes I can't believe it, I'm moving past the feeling... again"  

Amor Maternal-- "Yo solo digo"

En la Feria del Libro Ricardo Palma, un domingo cualquiera

Jecca: Este libro le encantaría a XXX, es de su grupo favorito. ¿Cuánto cuesta?

Encargado: Está 220 soles.

Jecca: Fácil se lo compro sería un regalazo.

La mamá que, apenas escuchó el precio del libro, se para a lado de Jecca para hojearlo inquisidoramente. Termina y la mira.

Mamá: Tú siempre te acuerdas de XXX no?

Jecca: (volviendo a hojear el libro leyendo su índice, viendo sus fotos y comprobando una vez más que sería un regalazo). Sí, bueno, es mi amigo no?. Uno siempre se acuerda de sus amigos.... creo

Mamá: Sí pero para regalarle un libro así..

Jecca: ¿Bien roña eres no? ¿Ahora qué vas a decir? Habla de una vez.

Mamá: La pregunta no es si uno siempre se acuerda de sus amigos, la pregunta es si XXX se acuerda de ti o de alguna forma ha demostrado que se acuerda de ti.  

Jecca: No lo sé. Ni que estuviera en su mente pero yo sí y normal tampoco es que sea el fin del mundo  el que le regale un libro de su grupo favorito. Sería tipo regalo de Navidad.

Mamá: Yo solo digo que la amistad tiene que ser recíproca. No puedes regalarle algo a alguien que no da nada, que no te contesta nunca el  teléfono cuando la llamas o que no te saluda por tu santo o si te saluda te saluda con un mensaje miserable vía whatsup. No pues. No corre. Eso no es la voz. 

Jecca: Mamá...no puedes estar en esa nota siempre....recordando lo que hace o no hace tus amigos por ti. La amistad se supone que es libre. Uno da porque le nace, porque quiere y ya. Sin cuestionamientos y sin jodas. 

Mamá: Yo solo digo que te fijes a quien le nace hacer por ti lo mismo que te nace hacer o harías por ellos. Hay un huevo de gente que ha estado a tu lado en los momentos más difíciles de tu vida y no es que necesites regalarle un libro de 220 soles, simplemente están ahí y ellos saben que tú estás allí.  Ya fue XXX, su etapa ya pasó. Tú has cambiado y XXX también. A qué te apuesto que le compras el libro, se lo regalas, XXX te dice gracias y nunca más te vuelve a ver, no te contesta el celular o tal vez se siente "aturdido" por el regalo. ¿No te acuerdas lo tarado y huevas que es XXX? ¿Para qué quieres una amistad así? Hazle un regalo a alguien que realmente se lo merezca.  

Jecca: Qué pesada puedes ser realmente....

Mamá: Yo solo digo...

Jecca: Ya, se terminó el tema.
(minutos después)        

Puede que tengas razón... "puede"....

Mamá: pero nunca me lo vas a reconocer no?

Jecca: (...)







domingo, 15 de junio de 2014

Crónicas Mundialistas

inspirada en una columna de Jeremías Gamboa


"¿Cómo te encuentra este Mundial?" le pregunté a una amiga un día antes que empezara esta fiesta que se renueva cada cuatro años. Mi amiga me miró con cara de no tener la menor idea de lo que le estaba hablando y me respondió sin más "Ni me acuerdo del  Mundial anterior" soltando una carcajada que nos hizo reír a las dos. 

Sin embargo, ahora que me asaltó la interrogante me pregunto a mi misma ¿Cómo me encuentra este Mundial?. Recuerdo perfectamente el Mundial 2010 y recuerdo perfectamente, también, el Mundial 2006. Del resto de mundiales no me acuerdo de absolutamente nada. 

El Mundial 2006 me asaltó trabajando en un Banco que hoy ya no existe, en un ambiente hostil, artero y que espero nunca volverme a topar. Entre aquella jungla de personas y encargos nos dábamos un tiempo para ver minutos contados del partido antes de volver al stress de todos los días. Pude ver el cabezazo que le dio Zidane a Materazzi en el partido de la final, por razones que hasta ahora se desconocen. ¿Hasta ahora me pregunto qué le habrá dicho Materazzi a Zidane para que éste reaccione así en el último partido de su carrera?

Por mi parte, acababa de salir de la universidad directamente a trabajar como abogada contratada, recuerdo que, en esa época, sí gustaba mi carrera pero, ahora que lo pienso, me gustaba por las razones incorrectas, para complacer al resto; a mi jefe, a mis compañeros, a un ego recién formándose. Adoraba que todos quedaran impresionados con el mejor análisis jurídico, adoraba destacar y que vean en mí un futuro promisorio, una abogada de estudio en ciernes, una gran profesional. Vivía para trabajar hasta altas horas de la noche, tratando de seguir un modelo auto impuesto aunque en el fondo una voz casi inaudible me susurrara al oído lo que mi mente se negaba a aceptar, aunque en el fondo esa voz argumentaba como el mejor abogado mil y un razones para no seguir. No escuchaba música ni escribía, eso era para tontos. 

Hasta que un día, en el 2007, mi cuerpo explotó así sin más, sin mayor explicación que la soberanía de sí mismo. Sin aviso previo ni alerta, explotó para decirme que me estaba matando y que lo estaba llevando de encuentro al seguir un guión para el que no había nacido. Sin mayor preámbulo, mi cuerpo me increpó que ya no daba más, que estaba cansada, que se zurraba en mi ego y en mis razonamientos dañinos. Mi cuerpo se puso en huelga y yo no pude hacer nada.  

En el Mundial del 2010 yo ya había dado la vuelta al mundo, me había separado de aquellos amigos que habían sido amigos pero que ya habían cumplido su ciclo, me había enamorado y me habían roto el corazón. Mi corazón, sin embargo, seguiría atado por bastante tiempo. Ya no ansiaba encajar en ningún perfil y en ningún guión, creo que fue por eso que muchos a quien yo consideraba amigos en el 2006 se fueron alejando. Había cambiado. Era dueña de mis fracasos y mis aciertos y entre aquellos minutos del partido entre Uruguay y Ghana en que Suárez tapa la bola y lo expulsan, yo estudiaba una maestría en Periodismo y Comunicación Digital en la Universidad Carlos III de Madrid en un intento de encontrar mi rumbo, mi propio guión, mi propio perfil. Escribía y escuchaba música. La amaba.

El partido de la final entre España y Holanda me sorprendió saludando y felicitando a amigos españoles por el campeonato, sintiendo su ganancia como si fuera la mía, participando de su alegría al igual que ahora participo de su congoja. 

Este Mundial 2014, me encuentra trabajando, irónicamente, en un Banco, participando de la Polla Mundialista y viendo cada partido en la Sala del Directorio comiendo pizza con todos y debatiendo cada jugada y cada gol. Escribo. He publicado en México y España, y soy columnista para un revista en E.E.U.U. Muero por publicar en Lima. He hecho radio y también fotografío conciertos de bandas tributo.  Mi corazón está tranquilo y sereno. Mi voz se ha vuelto más sonora, ya no es un abogado argumentando sin cesar las razones para no seguir. Ahora, mi voz es aquella canción que me acompaña todos los días y me recuerda mi búsqueda. Tengo amigos valiosos que me aceptan y me estiman tal y como soy, que me aguantan mis frickeadas y sobretodo, me acompañan en mis anhelos y en mi impaciencia aunque, como mi amiga, muchas veces no entiendan mis preguntas filosóficas a mitad de la tarde.

¿Me pregunto cómo me encontrará el Mundial 2018?. Por ahora, me conformo en saber que la vida así como el Mudial es impredecible, sin patrones de por medio ni estadísticas. No hay certezas ni lógicas, no hay supuestos ni hay consecuencias. Es un albur en el que cada jugador tira su moneda al cielo y dice para sí "y que sea lo que sea".



domingo, 25 de mayo de 2014

Mente boicot

¿Por qué no renuncias?
Tus textos no se leen, tus fotos no se ven y tus ganas se extinguen y sigues y sigues intentándolo, tratando de engañarme todos los días al llevar una libreta de notas en tu cartera para escribir lo que a veces nunca se te ocurre porque, valgan verdades, yo no lo permito.

No hay caminos, ¡renuncia! y si comienzas yo me encargaré de decirte que no lo hagas, no todavía, que es muy de mañana, que es fin de semana y tienes que descansar, que tienes que estar con la familia y cuando se acabe el día te reprocharé por haberme hecho caso, te diré que se pasó todo el fin de semana y no hiciste nada, no leíste, no escribiste, no estudiaste. Te diré que ya es lunes y que tienes que ir a lo que tú ya sabes, a tu escritorio de siempre, de nueve a seis y me reiré de ti porque nunca tomas decisiones y a la vez cuando quieras tomarlas o siquiera pensarlas te enumeraré todas las razones por las cuales no puedes tomarlas aún, tus responsabilidades, tus deudas y sobretodo tus miedos. 

Te engañarás, yo lo sé, y te repetirás a ti misma que hay que tener paciencia, escribirás sobre eso pero sin embargo muy en el fondo de ti sabrás que todo eso que te repitas son puras mentiras y recordarás lo que te dije una vez y lo que en realidad ambas queremos "Lo queremos todo y lo queremos YA." No quieres tiempo, quieres que pasen las cosas. Retrocederás y recordarás todo lo que has hecho, recordarás las palabras de tu madre diciéndote "te exiges demasiado", tratarás de convencerte que las cosas con calma se hacen mejor que si uno se desespera aleja las cosas. Te cansarás porque yo no dejaré de hablarte todo el tiempo y tus energías se habrán consumido que ya no podrás escribir. La música te hará sentirte en paz hará que dejes de escucharme pero a veces se te olvidará subirle el volumen, se te olvidará bailar en la sala de la casa, absolutamente sola y feliz.

Te imaginarás tocando piano, yo te diré que es solo es un sueño, que no tienes ni piano y no sabes tocar. Soy implacable, soy tu juez y haré que te compares con todos, que no respetes tu ritmo, que te apures, que tomes decisiones a presión y las tomarás. Seré dañina contigo y lo permitirás. Seré tu aliado cuando lo permitas y tu enemigo cuando también lo permitas. No juegues conmigo, soy una tirana. No confíes en mi  ciegamente, soy de mentir y engañaré si puedo hacerlo. Pero también puedo amarte, arrullarte si es que me mantienes controlada, si me mezclas con la intuición y no me das cuerda. No te quedes sola, no por ahora, te jugaré bromas pesadas y me reiré de ti con tu permiso y con tu indulgencia. Sabrás que estoy jugando contigo pero no harás nada.

Te remitiré a tu pasado,  a los hubiera, a las preguntas que no tienen respuesta y que ya habías dejado de lado para mi salud pero sin embargo, acá estamos, haciéndonos daño. Llorarás y no sabrás por qué. Yo no lo permitiré.  



domingo, 18 de mayo de 2014

"Palabras"

Palabras que existen, frases políticamente correctas. Palabras comunes, muy corporativas, muy educadas. Las usas tú, todos los días. Las uso yo, lamentablemente.

Aquí un recuento de ellas:

"Me imagino":  Es la respuesta perfecta a la explicación innecesaria. "No he venido ayer a trabajar porque me caí y me rompí la uña, fue horrible", la respuesta apropiada, la políticamente correcta será "Me imagino". Pero la verdad, señores, es que la persona que te responde con "Me imagino" le interesa un verdadero comino tu uña rota, tu intoxicación, tu hijo recién nacido o que tuviste un día full en la oficina, solo le interesa que le entregues ese reporte que te lo encargó ayer.  El decir "Me imagino" es un acto de hipocresía velada porque da la impresión, superficial, pero al fin y al cabo impresión que la persona con la que hablas en verdad te entiende y tanto te entiende que ya se puede imaginar lo que te ha pasado. Un rezago de empatía en estos tiempos en que la impersonalidad abunda, en donde todo es relativo y válido. Ilusos. ¿ En verdad creen que se puede imaginar lo que te ha pasado? ¿En verdad crees que le importa?.

 El "Me imagino" reemplaza a la frase "No me interesa". Es una respuesta automática a información que, según sus estándares, no sirve. El "Me imagino" es la estafa más grande de las frases "políticamente correctas".

"Se agradece": La expresión más grande de impersonalidad y decoro es la frase "se agradece". En vez de decir un sincero y sencillo "Muchas gracias" asumes una posición alturada, te subes a tu balcón imaginario y dices, dignísimo, "Se agradece". Cada vez que me dicen o me escriben esa frase me dan ganas de responderles "Anda a agradecer a tu vieja por hacerte tan tarado". El "se agradece" es como decirte "ok, gracias pero nunca tanto ah!" es casi un agradecimiento o mejor dicho es un agradecimiento incompleto, impersonal, insoluto.


 "¡¡¡Qué éxito!!/¡¡¡exitosísisimo!!!": De los creadores de las palabras "bonis" , "reina" y  la frase "es un hit", llegan las frases "¡Qué éxito! con sus derivados léase "exitosísisimo". Estas frases las puedes escuchar en féminas y con un tonito muy particular que hace que la palabra se alargue aún más. Por ahí cuando alguna de sus amigas le dicen "Me acabo de comprar un vestido en MNG o Zara (?)" responden al unísono "Qué eeeeexiiitooooooooooooooooooo". A todo lo que escuchen le dirán "¡Qué éxito!". " Me fui a comprar un helado en el heladero de la esquina" -Qué éxito!; "Me hice la pedicure y me corté el uñero que tenía hace dos meses"- Qué éxito!. "Me voy a meter a un curso de crónicas o a un diplomado en fotografía" y te responderá el silencio más intimidante de la historia mundial.

Que éxito!! resume tu vida y tu circunstancia a ese grupo de féminas que lo pronuncia. A un perfil de vida, muy cómodo, muy corporativo, muy aceptable, muy aburrido. Todos te querrán y habrás alcanzado al final ese "éxito" tan de vitrina, tan de Facebook, que te perderás en recordar quién eras antes de pronunciar esa frase y, sobretodo, antes de creértela.

"El uso de la primera persona en plural":  De este tema ya he hablado anteriormente y para mi sigue más que vigente. Lo escucho todos los días y lo peor de todo, debo confesarlo, se contagia. Me han dicho "Hace referencia a un trabajo en equipo" "Que se trata de ser empático". No lo sé. Yo lo único que sé que cuando recibo un mail de trabajo y leo "¿cómo vamos con este tema?" me dan ganas de responderle a mi remitente "Yo ando muy bien, ¿tú?"


(Este post puede actualizarse conforme vaya escuchando más "palabras" que recordar)





jueves, 1 de mayo de 2014

Dots

Cartagena de Indias-Colombia
Cuando recién falleció Steve Jobs y yo me enteré que lo tenía conmigo todos los días al cargar mi ipod a todo lugar pude ver su muy conocido discurso en la Universidad Stanford. Ese discurso inspirador que termina con una frase también muy inspiradora "Stay hungry, stay foolish". Debo confesar que allá por el año 2011 y en medio de un año realmente complicado, ese discurso me fue de gran ayuda ya que fue una alarma para despertar mis sueños que estaban dopados por las responsabilidades, un trabajo que no me apasionaba, un corazón roto y sobre todo una constante disconformidad con mi presente y una nula idea de cómo iba a ser mi futuro. 

Ahora viéndolo en retrospectiva y después de todo lo que ha pasado puedo decir que el año 2011 fue el año de los procesos. Sin embargo, hubo algo del discurso de Steve Jobs que no entendí en absoluto, los "connecting dots". Callada y en silencio me decía ... ¿wtf!??? ¿qué es eso de "connecting dots" ?. En ese momento, me acuerdo perfectamente, no le hice mayor caso, lo tomé como una anécdota personal que Steve Jobs contaba como parte de su historia  y seguí con mi vida sin más. El tema de  los "connecting dots" no me volvió a molestar hasta hace muy poco que, como esas ráfagas de viento que te asaltan al caminar por la noche, el día de hoy me vi  escuchando la frase que Steve Jobs decía en su discurso " the dots somehow will connect". 

(...)
  • Estudiando fotografía.
  • Fotografiando el concierto de Dirty Soul.
  • Un año escribiendo en Sub-urbano.com
  • Escribiendo sobre música.
  • Conociendo gente que le encanta hablar de música.
  • Conociendo gente que le encanta escribir y que al igual que yo se dan un tiempo para ello.
  • Escuchando más música.
  • Estudiando cómo escribir crónicas.
  • Viajando más.
  • Retomando  mi blog personal.

No sé por qué lo hago, no tengo un plan maestro ni tengo una meta impuesta a cumplir con todo lo que hago, simplemente me gusta, lo disfruto mucho y me apasiona. Al igual que en el 2011 no tengo ni la menor idea cuál será mi futuro ni mi mañana sin embargo,  creo que he logrado la capacidad de escuchar a  mi intuición y dejarla que me guíe y de vez en cuando me repito a mi misma  " the dots somehow will connect".


Escuchando:

domingo, 20 de abril de 2014

¿Viajas sola?

Desde que surgió la idea de irme de viaje a Cartagena en primer lugar y después a Bogotá, el proceso y la decisión final fue un acto de determinación conciente y debo decir temeroso. 

Sentía una cierta angustia y temor el irme de viaje. Si bien viajar es una de las actividades que me encantan hacer, este caso fue particular porque aún antes que la amiga que iría conmigo me cancelara inesperadamente, yo ya sentía un temor inexplicable; había algo que no me convencía. En el silencio de mis noches me preguntaba si esta sensación de angustia o miedo era una señal de que algo saldría mal durante el viaje. Cuando recibí la noticia que mi amiga cancelaba los planes de viajes asumí que era una muestra más que evidente que no debía irme, aunque lo deseara con todas las ganas, aunque lo necesitara desde hace mucho tiempo. 

Viajaría sola y aunque en lo personal, todas las veces que he viajado sola me ha ido de la pm debo confesar que a lo que más temía era que a) esta vez no estuviera en el estado anímico/ emocional para irme de viaje sola con todo lo que ello conlleva, b) que por la primera razón, no descansaría como yo quisiera, es decir abandonarme a las fuentes de la procrastinación rodeada de olas de mar, sol y calatos y c) a qué me hicieran la pregunta de ¿viajas sola? y yo no supiera que contestar por miedo a que se trate de un intento de secuestro o violación o porque, seguida a esa pregunta vea dibujada en la cara de mi entrevistador una expresión de sorpresa, una mezcla de asombro, miedo, pregunta o cuestionamiento. 

Sin embargo, me fui de viaje a Bogotá y a Cartagena,  y en el transcurso mis temores se hicieron realidad aquella pregunta a la que tanto rehuía me la preguntaron no una sino mil veces. No hubo calatos de por medio aunque sí sol, playa y mucho mar.

(...)

Ahora  que estoy en Lima, debo confesar que, en parte y muy dentro de mi, escribo este post porque tengo ganas de decirle a la gente que me hizo esta pregunta, que no se preocupen y que no me miren como bicho raro al viajar sola, que estoy bien, que he vuelto a disfrutar de mi soledad como no lo hacía desde hace mucho; que he sido Yo, no Jessica, ni Jecca ni Jess simplemente Yo, con sus subidas y bajadas; que he compartido sonrisas con extraños con los que me he cruzado en plena Av. Sétima en Bogotá; que, por distraida, casi me meto a un baño de hombres  en el Museo de Botero y la vigilante saltaba por todos lados para avisarme que no entrara ahí; que he visto el cariño de Jesús y Alex (los dueños del hostel en el que me hospedé en Bogotá) al prestarme su polera por todo el viaje y darme frazadas de frazadas porque no soportaba el frío de Bogotá y no tenía ropa de invierno; que me he reído sola después que un mesero en la cafetería del Planetario me dijera al enterarse que buscaba la Av. Sétima, con su mirada fuerte y disimulando su preocupación, "Acá en Bogotá, con seguridad!!!, con seguridad!!!!!". 

Que me he sentido querida cuando Cecilia y Carlos me llevaron a San Andrecito para comprarme medias y guantes y Cecilia regateaba los precios. Que he admirado el profesionalismo y el amor a su carrera de José Antonio durante el paseo en las instalaciones de "El Tiempo", que aprendí del "Bogotazo" mientras practicaba su discurso antes de salir en televisión.  Que sí, que me sentí expuesta en Cartagena y  tuve miedo, especialmente a todos los vendedores que no entendían el significado de la palabra "No, gracias" y me rodeaban insistiéndome que les comprara sus productos. Que me he sentido agradecida con la familia chilena que estuvo a mi lado en la playa Bocagrande y cuya madre me dijo "Te guardamos tu cartera, mete todo nomás y ándate a bañar tranquila... me dices cómo está el agua po".  Que me sentí una colombiana más cuando usé la aplicación que me recomendó José Antonio para llamar a un taxi seguro. Que me sentí en confianza y me divertí demasiado cuando Carlos (argentino de nacimiento pero colombiano de corazón) nos llevó a la zona T de Bogotá  y en pleno Irish Pub me dijo "Mirá nena, no me dirás que acá es más bonito el ambiente que en la Candelaria...andá tomá una cerveza que de acá nos vamos al barrio de Usaquén"; que me sentí comprendida cuando de emoción y en un impredecible acto de espontaneidad me puse a gritar como loca al ver el logo del Banco en el que trabajo y Carlos, tan buena onda, me dijo "Pasame la cámara" y le tomó foto al logo. Que me sentí en familia cuando saliendo de comprar , comenzó a llover a cántaros y Cecilia me tomó del brazo y abrió su paraguas para compartirlo conmigo. Que recordé los viajes que hacía con mis amigos, cuando Sandra y Pilar (colombianas de Chía a quien conocí en el tour a las Islas del Rosario) me despertaron a decirme "Jecca ya vino el  yate para recogernos, despierta!"

Después de todo lo vivido, puedo decir que viajar sola es un constante reto y llamado a la adaptación y a las nuevas experiencias, es salir de tu zona de confort constantemente en cada minuto que transitas en una ciudad grande como Bogotá como en una playa turística como es Bocagrande. Es una prueba, sí, a tu estado emocional y a tu carácter en lo más profundo de tu ser, es ahí cuando realmente te conoces y sacas tu esencia, atrás se quedaron las poses profesionales necesarias e impuestas en tu diario vivir, atrás quedaste tú y tu vidita cómoda en un barrio de Miraflores. Lo más curioso es que una vez que dejas todo eso de lado te reencuentras contigo misma y te das cuenta que eres la misma persona y eres feliz porque te das cuenta que eres más fuerte y que puedes descubrir lo nuevo del mundo en cualquier lugar. 

Descubres que tu alma ha vuelto a estar en paz contigo misma y te puedes regresar feliz para encontrarte saliendo del aeropuerto con el Sr. Pantoja (acompañante de todas las mañanas) para recibir un saludo afectuoso y que te digan "Qué gusto escucharla señorita Jessica" y es ahí donde te das cuenta que durante todo el viaje sola que hiciste realmente no estuviste sola del todo, que te acompañaron Alex, Jesús, Cecilia, Carlos, José Antonio, Sandra, Pilar, la familia chilena y sobretodo, te acompañó Jessica.


domingo, 6 de abril de 2014

Conexiones

Sentados en la sala de su departamento un sábado por la noche, dos copas de vino, comienza la canción "Follow you down" de los Gin Blossoms:



Al instante El le dice: Esta es una de las canciones que ponía cuando me quedaba los sábados por la noche haciendo radio. Es una de mis top 5.

Ella: Así? No estoy muy segura  pero creo que esta canción es parte del soundtrack de una comedia romántica. No me acuerdo el nombre exacto pero en la pela tiene un ritmo más rápido, más rockero. 

Ambos se miran con la sorpresa y complicidad de que acaban de  descubrir  algo más en común que los une, una coincidencia mágica que recordarían después. Se besan.

(...)

Años después, mientras Ella hace zapping, la sorprende una canción conocida y una última escena de una comedia romántica. Al fin, Ella recuerda el nombre de la película y ese preciso instante en que esa película, esa escena y esa canción  quedarían grabados por el resto de su vida.

Era sábado por la noche.

La escena: