"Un aburrido, un ignorante, un rutinario practicante del sexo convencional.... La gente sexualmente convencional es como el tipo que entra en una heladería maravillosa llena de helados de todos los colores y sabores y siempre pide una bola de vainilla." *
Pero.... no por ser vainilla deja de ser helado... tampoco por ser vainilla deja de ser agradable y adictivo, tampoco por ser vainilla impide que pidas repetición una y otra vez. De la vainilla nace todo, es como el Génesis, el origen de los demás sabores. La seguridad de encontrar un helado eficazmente rico se da sólo en la vainilla. La vainilla se combina con todo incluso con otros helados. Acaso es rico que combines, helado de mango con un helado de macadamia o de galleta morocha?... No creo. El helado de vainilla siempre cae bien. Es más probable que salgas empachado con el chocolate, con el helado de menta que con el helado de vainilla. La vainilla encierra cierta calidez y a la vez es light, pero sin embargo, no por ser light te quedas con la sensación de que le faltó algo a tu helado.
Además, por qué restringirse a solo un tipo de helado de vainilla, puedes pedir miles helados de vainilla en distintas heladerías, en distintas ciudades y darte cuenta que siempre te ha gustado la vainilla y siempre te va a gustar. Probar todos los posibles vainillas es todo un experimento, encontrar las diferencias de las distintas vainillas en distintas heladerías, en distintos momentos, en distintas ciudades es todo un saber. Al final, te conviertes en un experto en helado de vainilla, pudiendo reconocer y exigir cuál es un verdadero helado de vainilla y cuál no....
Digo no?
* extraído de "Instrucciones para salvar al mundo" de Rosa Montero