sábado, 10 de octubre de 2015

Mis manos y el año 2007 (un post muy personal y..... largo)



No sé por qué estoy escribiendo este post. En verdad mientras que escribo me estoy preguntando ¿por qué quiero escribir sobre este aspecto en particular?. ¿Por qué ahora?, ¿por qué en este momento?, durante un feriado largo, que debería estar tal vez durmiendo o en plena juerga.

Y la verdad de las verdades es que no tengo la menor idea. La motivación para escribir este post no es muy trascendental, no quiero cambiar el mundo ni nada por el estilo, ni quiero crear conciencia y mucho menos lástima. En verdad no quiero plantear una razón especial para el tema. Simplemente quiero escribir sobre él así como quise escribir sobre cuándo nado, sobre el aborto, sobre mi mente boicot, etc

Bueno, aquí va. En el año 2007, exactamente en enero del año 2007, me diagnosticaron esclerodermia sistémica limitada. Es una enfermedad rara de diagnosticar que te afecta más que todo a las articulaciones, la piel y en algunos casos a tus órganos internos como los riñones, los pulmones y el corazón. La primera vez que la escuché no entendía mucho solo sentía que me dolían mucho las articulaciones, mis dedos se ponían morados con el frío y se comenzaron a entumecer al punto que se comenzaron a doblar, me sentía cansada, sin fuerzas y sobretodo, mi piel se comenzó a poner un poco dura justamente en las manos.

Me acuerdo que cuando el doctor, mi pata, mi yunta y el doctor más progre que he tenido hasta ahora (aparte de mi dentista) me dijo "lo que tu tienes es esclerodermia sistémica limitada", yo le dije a mi madre, saliendo de la clínica, "¿Fuímonos a Bembos, mami?" y ella sin mucha mueca ni aspaviento me dijo "Vamos". Ahí, mientras comíamos una buena Bembos y mientras conversábamos del tema con la tranquilidad de aquella tarde yo supe y determiné que esta enfermedad no me definiría. Yo seguiría haciendo mis cosas, juergueándome como siempre, estudiando como siempre (justo me había ganado una beca de estudios en Esan ) y haciendo lo que tenía que hacer. Creo que esa tarde me dije a mi misma "Si me tengo que morir haciendo lo que quiero...me muero y ya. Tu vieja calata que se va a quedar en la cama toda jodida y en pleno verano. Ni cagando".

(...)

Siempre que hablo de aquellos años y especialmente del año 2007, siempre digo que para mi ese año fue un punto de quiebre, fue un cambio de 180 grados pero un cambio para bien en todos los sentidos de la palabra, con todo y esclerodermia incluida. Para mi el año 2007 fue el mejor año que he tenido en toda mi vida. Lo digo porque fuera de los dolores en las articulaciones, de las manos moradas por el frío, la esclerodermia y yo nos llevamos bastante bien. A veces, cuando el frío arrecia o el calor calcina, mis manos y piel sufren más de lo necesario, el bloqueador y los guantes son un "must" que tengo que llevar en mi cartera, las bajadas de presión suceden en cualquier momento y es ahí donde aprovecho para tomarme el shot de pisko de rigor (obvio, ni tonta que fuera), no tengo tanta agilidad como antes, me canso más facilmente que cualquier persona, tengo que comer despacio para no atragantarme y sobretodo tengo que estar relajada para que mi piel no se tense. "No veas ni leas nada en internet" me dijo el doctor cuando le comencé a decir que había visto fotos de gente bastante mal por la esclerodermia. "Cada caso es distinto y el tuyo es totalmente limitado a las manos" - me replicó.  

Debo confesar que, socialmente, tengo algo de recelo cuando alguien que no conozco mucho, léase gil en potencia, me quiere tomar de la mano y yo realmente no quiero porque luego sale el tema y tengo que dar explicaciones cuando en realidad no me nace, me parece demasiado pronto, demasiado heavy para un viernes por la noche, demasiada realidad para la "gentita linda". Sin embargo, irónicamente, estas manos que ahora tipean este post medio desprendido han recibido besos inolvidables de aquellas personas que han trascendido en mi vida y que me han acompañado en un corto o largo tiempo, como si se  tratase de una cachetada de la vida o un "jódete y ríndete de una vez por todas". Es así, la vida te manda sus "Estate quieto" a través de tu parte más vulnerable. Ahí donde se concentran tus miedos y temores la vida toma tus manos, las mira, las observa para luego darles un beso enorme, de esos que te quitan el aliento y que borran el frío y el temor.

Mis manos y la esclerodermia en general me han dado lecciones y me han hecho en cierta forma más picky con las amistades. No sé como decirlo sin ofender a mis antiguas amistades que puedan leer este post pero gracias a mis manos me di cuenta que las personas cambian y que las amistades, algunas, cubren etapas y ya. Los llamados amigos de toda la vida a veces te fallan y te fallan para toda la vida.

A modo de ejemplo, recuerdo un viaje que tuve con algunos amigos al Norte, todo bacán y chévere pero en algunas cosas, pequeñas, yo diría, del diario vivir, yo y mis manos no tenían la fuerza suficiente, como por ejemplo clavar la sombrilla en la arena o cargar con grandes y pesadas cosas; y aunque pedí ayuda, en algún momento recibí un "Ahh, ¿de nuevo?" o algún gesto de aburrimiento o hartazgo de un amigo, a pesar que sabía del tema. En ese momento y, soy totalmente sincera, me sentí estúpida por no poderme valer por mí sola, por tener que necesitar de alguien a pesar que ese alguien era un amigo y no un extraño. Ese feeling me duró por varios meses. Me sentía culpable por haber ocasionado ese aburrimiento o hartazgo en un amigo. Me sentí poco aceptada. 

Es curioso porque hoy, varios años después, tengo amigos que no les importa si les pido mil veces ayuda para abrir mi botella de agua porque ese día no tuve fuerzas en mis manos, no les importa si les pido que carguen un file por mí o les pido que bajen el aire acondicionado porque tengo frío y mis manos se están poniendo moradas. Pareciera que la vida te diera respuestas o te dijera que no se trata de buenos o malos, no se trata de sentirte poco aceptada, no eres tú ni son ellos, simplemente, no eran los indicados. A otra cosa. 

Y por último, ese año 2007, cambié todas y cada una de mis prioridades, me descubrí de otra forma, una nueva Jess que hasta ahora me acompaña. Dejé de lado a la Jessica yuppie, cojudísima, enfrascada en un ritmo de vida desquiciado y envilecedor para escuchar a una Jess más sincera, hecha mierda y muerta de miedo pero más viva que nunca. Me permití tomarme un tiempo, me permití tenerme paciencia, me permití equivocarme, me permití valorar más a mi familia, me permití librarme de fiestas fatuas y amistades superficiales... y sobretodo me permití enamorarme como nunca lo he hice y lo he vuelto a hacer en toda mi vida.

Creo que mucho le debo a ese año 2007 y sobretodo mucho les debo a estas manos que escriben este post, ignorando de taquito a esta escritora que no tiene idea por qué sus manos escriben sin asco lo que su mente no se atreve y aunque presiente que ellas sí lo saben, también presiente que nunca se lo contarán.







    


domingo, 16 de agosto de 2015

Cuando nado



Inspirada en una columna de María Jesús Espinoza del diario El País de España


Cuando nado, cuando estoy sumergida en el agua y veo bajo ella el solo movimiento de piernas y brazos de mis compañeros , cuando solo siento el ritmo de mi corazón y de mi respiración y es como si fuera una canción muy personal, muy mía la que me acompaña en esos 25 metros de largo. Un mundo en el que están prohibidas o, mejor dicho, sobran las palabras, en el que siento que mis manos se estiran y no me duelen, mis caderas se abren sin mucho esfuerzo y mis articulaciones no rugen, en el que me siento más fuerte, más flexible, el lugar donde mi pecho se infla y mi torso gira de izquierda a derecha al ritmo de esa canción mía que me acompaña. No necesito música de fondo ni audífonos de iphone, me sobra y me basta la única canción que he de componer durante toda mi vida. Me he vuelto música bajo el agua.

Cuando nado y en el interín observo al extremo de la piscina a todas las panzonas con sus saltitos disforzados y grititos engreídos y las miro con cierto hartazgo diciéndome a mi misma que, al final de la clase, el vestidor ha de estar reventado con tanta panzona junta creyéndose la encarnación de la Madre Tierra convirtiendo el vestidor en un lugar tan lento y tan gordo. Muy gordo. Y al darme cuenta de mi ensimismamiento vuelvo a zambullirme en el agua y dejo correr mi imaginación pensando en que, quizás, cuando tenga a mi hijo en mi vientre no me han de ver haciendo saltitos y grititos me van a ver aquí, nadando, compartiendo el mismo ambiente en el que él se ha de encontrar, volviendo al inicio, cuando yo también me encontraba sumergida en el vientre de mi madre, creándome bajo el agua. Me he vuelto bebé de nuevo bajo el agua.

Cuando nado y dejo correr mis pensamientos y comienzan a aparecer frases perfectamente creadas concatenadas unas a otras, frases cautivas cuyo único testigo en su creación es ese mundo acuático que me acompaña, porque al salir a la superficie se me olvidan y ya no me acuerdo nunca más de ellas, como si hubiera sido uno de esos sueños tan claros y precisos y que al despertar no sabes de qué trataron pero recuerdas el sentimiento que te dejaron. Cuando nado sueño y me vuelvo escritora y sueño que me siento un día domingo a las 11:00 pm a escribir aquellas frases que tímidamente logro recordar de cómo me siento cuando nado.



  

martes, 9 de junio de 2015

Conversaciones sobre el aborto

(Dos amigos conversan un día cualquiera a las 6:00 pm)

-Si sales embarazada, ¿abortarías?

- Si salgo embarazada, posiblemente, no abortaría.

-Ya, te la pongo así entonces, ¿si una chica cualquiera sale embarazada a los 18 o 23 años, estarías a favor de que aborte?

-Si ella lo decide así, ¿por qué tendría que estar a favor o en contra?. Cada uno es libre de decidir por su cuerpo y también sobre su futuro. Si quiere abortar es porque ella así lo ha decidido es un tema personal, no tengo porque meterme ni opinar al respecto.

- Osea no tienes en consideración que es un ser vivo el que está llevando es como decir, "bueno, como te caigo mal entonces, mátame"  ¿qué diferencia hay entre matar niños a matar a un ser vivo que está creciendo en tu vientre?

- A ver, a) no creo que el tema pase porque el ser vivo que está creciendo me caiga mal y b) hay una diferencia abismal de matar a un niño y abortar, creo que el tema no va por ahí. El tema no va porque es un ser vivo o no, el tema va porque yo, mujer, no me siento preparada física y sicológicamente para ser madre o tal vez no tengo los recursos suficientes para darle la vida que se merece, no he logrado mis objetivos como ser humano, no quiero estar atada a una persona por la que no tengo ningún sentimiento, no he nacido para ser madre o simplemente me equivoqué y decido abortar porque estoy segura que al no ser feliz yo no voy hacer feliz a mi hijo y lo voy a cargar con mis frustraciones. Y, además, voy a vivir con la miserable culpa de haber traído al mundo a un ser que no quiero, simplemente, por esa onda de que es un ser vivo. La vida no solo se respeta cuando se da la vida o se deja nacer a una persona, la vida se respeta cuando tú como responsable de esa vida le procuras lo mejor física y emocionalmente.

-Entonces qué fácil, abortas y ya. Estás mal.

-Y, ¿tú crees que es fácil?. Fácil es para ustedes que si desean se desaparecen y dejan a la chica sola con toda la carga y la decisión y después vienen a juzgarla. Eso es  fácil.

-Tú sabes que yo no haría eso, me conoces.

-Ya, perfecto. Tú porque eres la excepción a la regla pero a miles de hombres no les interesa, no les importa y abandonan cuando las papas queman. No te pases.

-Pero es un ser humano, no piensas en eso verdad.

- Pero también es un ser humano la mujer que lo lleva, con sus sueños, proyectos. Más humano que el cigoto que lleva dentro.

-Eres un monstruo.

-¿Ves? (riendo sarcásticamente) ¿Sabes lo que me jode de estos temas y de este tipo de opiniones?, que, al toque se cae en el juicio de valor, en el juzgamiento. Cero espacio para la empatía, ni una palabra de comprensión y eso que yo nunca he abortado. ¿No te pones a pensar en lo jodido que debe de ser para las mujeres el abortar o el proceso de decidir el tema ella sola?

- Ya, ya, no te molestes, sabes que lo dije de broma, pero volviendo al tema, para mí es una forma de evadir la responsabilidad bien fácil. Con tantos métodos anticonceptivos, con tanta píldora y todo ¿no pudiste cuidarte?. El abortar es un acto de irresponsabilidad. ¿Para qué te acuestas, entonces, si no sabes cómo hacerlo?.

-Ya... a ver. En primer lugar, no se trata de "pudiste cuidarte", el tener relaciones protegidas es responsabilidad de los dos no solo de la mujer. En segundo lugar, se pudieron haber equivocado, pudieron existir "x" razones para salir embarazada, el condón se rompió, se olvidó de la píldora o no sé y por eso no se van a condenar de por vida.

- No es una condena, es una bendición. Un hijo es una bendición.

-Para mí y para ti es una bendición para otros tal vez no y eso no es condenable. A parte, para mí el que una mujer decida abortar es un acto de valentía, el decidir "ya, aborto", no es un tema fácil como tampoco es fácil decidir tener un hijo sabiendo de antemano que no estás preparada para ello.

-Estas mal alucina.

-Si yo decidiera y te contara que he decidido abortar, ¿qué me dirías?. Me dirías que soy un monstruo como lo has hecho ahora seguro.

- ¡Ya te dije que fue una broma!. No sé, trataría de convencerte que no lo hagas como estoy tratando ahora de que cambies de opinión.

- ¿Y si no me convences?

-  Te lanzaría a la hoguera social. ¡Mentira!. Te apoyaría, te acompañaría y estaría a tu lado aunque eso me duela. Aunque, pensándolo bien, preferiría que no me lo contaras.

(Silencio)

- Oye y a todo esto, ¿Por qué ese afán de convencerme? yo no necesito que me convenzas, te cuento. Yo estoy tranquila con mi forma de pensar,  tú eres es el que tiene un tema con lo que pienso.

-No es eso. Estamos discutiendo e intercambiando argumentos y tus argumentos no me convencen.

-Bueno, estimado, yo no quiero convencerte de nada.Tu con tus pensamientos y yo con los míos y todos felices y contentos.

-Pero sabes que estás mal.

-"Pero sabes qué estás mal". Mira, a diferencia tuya, yo no juzgo tu forma de pensar. Si está bien o mal, no me interesa. No me interesa siquiera que seas consecuente con lo que dices.

-Es que pienso que tus argumentos son prácticos, utilitarios, el fin justifica los medios incluso el matar a un ser vivo. En pocas palabras, hablas huevadas.

- Jajajaja. Serán lo que quieran pero es la realidad. No por huevadas hay un gran porcentaje de abortos en el Perú. No molestes pues. Lo que me parece hasta el huevo es que la gente juzgue al toque a una mujer que haya abortado o que siquiera considere el aborto y otras actitudes como, por ejemplo, el racismo, el machismo, la bromas homofóbicas, que son abiertamente dañinas, se pasen por agua caliente. Ahí sí la gente no hace nada, una persona se puede declarar abiertamente homofóbica o machista, expresarse a favor de todo tipo de acto en contra de homosexuales o tener comportamientos desiguales entre hombres y mujeres, pero ahí nadie dice nada. Eso sí se tolera. Todos se quedan callados, incluso se ríen de sus bromas sobre "cabros" y demás pero  una mujer que solo ha decidido abortar por una decisión personal que no ha hecho ni hace daño a nadie, puta, a la hoguera social. No me jodas pues.

- Oye, tú sabes que a mi me revientan esas huevadas de racismo y homofobia.  No las soporto en absoluto.

- Si pero no te genera tanta reacción como el decirte, por ejemplo, que hace unos años aborté.

- ¿Has abortado?

-No, ya te dije que nunca he abortado. ¿No entiendes no?

- No, no te entiendo y creo que nunca lo haré.


viernes, 29 de mayo de 2015

Amor Maternal

En la cocina, sentadas tomando lonche después de un día muy largo y agotador.

Mamá: Me encanta como te queda ese peinado. Te queda muy bonito, tus ondas caen bien, se les ve muy naturales y espontáneas.

Jess: Gracias mami. Me lo hice así a la volada.

Mamá: Sabes a qué me hace acordar?. A esa mujer que vi, que se mueve y hace ruidos. 

Jess: A cuál???

Mamá: Esa mujer... Que se mueve y hace ruidos raros,  que tiene el peinado igualito al tuyo.

Jess: cuál? Una actriz? cantante? En qué película la has visto? 

Mamá: Me acordé!!!!! .. La mujer que si mira a alguien los convierte en piedra... Medusa!!!! Esa es!!! 

Jess: (...)





sábado, 2 de mayo de 2015

Los Nostálgicos

Si hablamos de todo lo feo que tiene Lima. Lima tiene muchas o casi todas. Empecemos a numerarlas haciendo un poco de catarsis y desahogo. Para mí las principales: Lima, no tiene Festivales de rock no tiene un Loolapalooza, no tiene un Stereo Pic nic, no tiene un Coachella no tiene nada. Se podrán elucubrar millones de razones por las cuales Lima no tiene esa clase de festivales, a mi no me importan. No los tienen. Se acabó.

Lima tiene un tráfico de mierda. Sí, y repito, Lima tiene un tráfico de mierda. Ese tráfico que hace que mis amigos holandeses, acostumbrados a andar en bici, abandonen esa actividad porque se mueren de miedo. Ese tráfico que hace que mi primo se tome dos horas de ida y dos horas de vuelta desde su oficina (Callao) hasta su casa (La Molina)  que bien podría dedicarlas a mi sobrina recién nacida. Ese tráfico que hace que el Metropolitano reviente en plena hora punta. Ese tráfico que desmotiva, a unos pocos y en ellos me incluyo, de comprar un carro. Ese tráfico que ahoga a los taxistas, que te hace estar a la defensiva, que provoca insultos, que provoca coimas. Ese tráfico, es Lima

Lima es una jungla y no lo digo porque su inconfundible vegetación se mezcle con sus caminos y carreteras como es el caso de Bogotá  o Brisbane rodeada de cerros y montes. Lima es una jungla porque su gente se comporta como animales. Animales para cruzar las pistas en rojo y zurrarse en el semáforo. Animales para manejar como desesperados y meter la 4x4 porque se olvidaron que tenían que voltear en la siguiente esquina. Animales porque las mujeres no podemos caminar tranquilas en shorts porque nos violan con la mirada o con palabras. Animales porque andamos con miedo a que nos maten mientras comemos en un restaurante. Animales porque la criollada y la completa desconsideración con el otro es la regla. Animales porque se aplica la ley del más fuerte a rajatabla, más fuerte porque tengo más plata, más fuerte porque te meto mi carro más grande, más fuerte porque tengo un arma. Lima, en suma, es una buena jungla.

Perfecto. De acuerdo. Lima tiene una serie o casi todas las falencias del mundo. Para nada Lima se compara con Buenos Aires, con Bogotá, con Santiago, con Madrid, Barcelona, Brisbane  Amsterdam, etc, etc, etc. Es verdad, ya lo entendí. Lo que no  entiendo es la confusión o mejor dicho desubicación que Lima genera en algunas personas, llamémosles “los nostálgicos”. Los nostálgicos son aquellos peruanos que han vivido muchos años en el extranjero, especialmente en países europeos, que al regresar a Lima, por decisión propia o a fuerza de las circunstancias, sienten que tienen la obligación o quizás la necesidad (sustentada en su profunda nostalgia) de convertir a Lima en su nueva ciudad europea. Extrañan demasiado las calles europeas, la comida europea, las costumbres europeas, que sienten que deben de replicar dichas calles, comidas, costumbres en una Lima que es terca, desordenada, arisca e inestable. Es cierto quien ha vivido en el extranjero por mucho o por poco tiempo siente el choque inevitable de regresar a Lima, se te queda el acento extranjero por algún tiempo y luego desaparece. Te acoplas, te adaptas, sicológicamente, regresas.

Sin embargo, los nostálgicos sienten un fuerte apego por el pasado. Personalmente los comprendo, yo también sufro de apego a mi rutina, a mis costumbres, a mis lugares comunes sin embargo, los nostálgicos no se dan cuenta de su apego o, valga la redundancia, de su profunda nostalgia,  sienten que sus años en el extranjero son lo único que existen, son los únicos que valen la pena. Se sienten atacados por una Lima contaminada, sin agua limpia, incaminable, les molesta su clima con sus estaciones indefinidas donde no pueden usar ropa de invierno, o al menos la ropa de invierno que estaban acostumbrados a usar. Les afecta la humedad y se les puede escuchar diciendo “Nunca he vivido en una ciudad tan húmeda” como si recién llegasen o conociesen Lima, como si nunca hubieran transitado en ella, como si no hubieran vivido en ella. Se quejan de todo lo que les molesta en Lima, todo lo han encontrado de la misma forma o peor que como lo dejaron hace años atrás. Sufren a más no poder y para apaciguar su sufrimiento buscan desesperadamente juntarse con amigos extranjeros con quien vuelvan a sentirse a gusto, con quien puedan compartir, quizás, las mismas quejas o el mismo feeling que sienten por Lima o por el Perú en su generalidad. Ensayan a más no poder su tolerancia pero no soportan que la gente use carro incluso para ir a la esquina de su casa,  no soportan que los carros no le den pase al peatón y se les puede escuchar diciendo “¡¡¡Qué incivilizado es este país!!”.

Si hay algo que rescatar de los nostálgicos es que sus constantes quejas y reclamos pone a flor de piel esas irregularidades que a veces, precisamente, por vivir en Lima tanto tiempo, aprendes a convivir o incluso a ignorar. Gracias a los nostálgicos sientes o sientes con más fuerza el hecho que el tráfico es una desgracia, que la inseguridad no debiera ser asumida como normal, que debería de haber más presupuesto cultural, que falta mucho por no decir que falta demasiado. Es cierto. Gracias nostálgicos por hacérnoslo notar en caso nos hayamos olvidado, sin embargo, no se equivoquen, muchos de nosotros, limeños, a pesar de no haber nunca vivido en una ciudad europea tenemos las mismas quejas que ustedes, salvo el de la humedad porque ¡vamos! ¿Quién se queja de la humedad de una ciudad?.


Los que me conocen saben que fanática del Perú no lo soy, no me mata su comida y su football es una real porquería y si hablamos de quejas y reclamos tengo miles, sin embargo escribo este post porque desde hace algunos meses escucho a los nostálgicos de sus quejas y dudas existenciales que si bien las comprendo quiero decirles que así como recuerdan con anhelo y frenesí sus años europeos recuerden y hagan práctica de su memoria nostálgica respecto de sus años que vivieron como peruanos en esta ciudad. Recuerden qué bonito pasearon con sus padres en los muchos parques que tienen Lima cuando eran niños, qué bonito volaron cometa en el Malecón de Miraflores, qué bonito pudieron estudiar en una buena universidad peruana que les dio la oportunidad de hacerse de una carrera que sin ella no hubieran podido irse de viaje o ganarse esa beca que les dio la oportunidad de vivir en el extranjero, qué bonito que ahora que han regresado a Lima que, tan caótica y cagona como siempre, ésta los acoja con buen trabajo y buen lugar para vivir.  Recuerden que su vida no se hizo solo en Europa, su vida comenzó acá en Lima, con su tráfico de mierda, con su criollada y sus taxis y que si algo hay que agradecer por el ser humano y profesional que son ahora es por justamente esos sus primeros veinte años, un poco más sencillos, más tolerantes y menos higadillos, que los llevaron a ser el hombre/mujer que son ahora.