"Esa cosa terrible de los tímidos que hace que uno sepa que si no dice
lo que siente en el momento en que debe decirlo se va arrepentir toda la
vida, pero igual no lo dice."
Jeannie Miller -Mempo Giardinelli.
Ella lo vio y lo reconoció.
Ese pelo desordenado entre rubio y castaño claro, las cejas pobladas, la mirada
preguntona y esa forma de caminar tan particular, hizo que todo volviera a su
memoria. Sí, Ella sabía quién era y mientras sus miradas se cruzaban, en plena
calle miraflorina, Ella supo que El también la había reconocido. El bajó la
mirada mientras Ella, más osada, lo observaba, como tratando de convencerse al
100% que era El, que era el mismo de hace 15 años.
Ella se dijo: Si me lo encuentro de nuevo y
solo, le hablo.
Varias semanas después,
Ella se encontraba a punto de cruzar la pista de la misma calle miraflorina,
cuando divisó a El acercándose, caminando, absolutamente solo.
Ella
lo miró, El la miró. Ambos se reconocieron una vez más.
El caminó más lento, Ella
lo siguió con la mirada.
El esperó.
Ella cruzó la pista.
El siguió caminando.
Ella, también.
Y
mientras Ella, del otro lado de la pista, lo observaba alejarse con una
lentitud que aletargaba cada segundo de ese instante, Ella sacó su celular y
escribió a su mejor amiga "Mátame".
2 comentarios:
Muy buen final!
gracias Pedritooo
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